Un abono verde es la utilización de cultivos de vegetación rápida, que se entierran en el mismo sitio donde se sembraron. Este tipo de cultivo se usa para favorecer las propiedades del suelo.
- Incrementan la actividad microbiana.
- Mejora la estructura del suelo.
- Protegen al suelo de erosión, la desecación, las heladas, etc.
- Propician la mineralización del humus y la descomposición de materia orgánica.
- Mejora la infiltración del agua.
- Fertilizan el suelo.
- Limitan el desarrollo de plantas silvestres no deseadas.
Las plantas utilizadas en los abonos verdes suelen ser leguminosas, crucíferas y gramíneas.
Las leguminosas son idóneas porque son capaces de fijar nitrógeno atmosférico y convertirlo en asimilable para las plantas. Las especies que se emplean son el trébol blanco, habas, veza vellosa, etc.
Las gramíneas se siembran en asociación con leguminosas, se emplea el centeno, la cebada, la avena, etc.
Las crucíferas son de crecimiento muy rápido y dan un buen abono verde. Las especies más utilizadas son el nabo y el rábano forrajero y la mostaza blanca.
Para una buena eficiencia de este tipo de abono hay que cortar y picar en el punto óptimo, siendo antes de la floración. Incorporándolo posteriormente en el suelo.
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